Si pudiera crear un mundo de fantasía, sería de burbujas.
Si pudiera crear un mundo de fantasía, lo haría en el cielo, donde habría pequeñas-grandes burbujas (transparentes y resistentes, aunque blanditas) que flotarían y chocarían rebotando suavemente entre sí.
Cada una llevaría el pequeño cosmos de cada uno (tierra, mar, nubes, edificios,... dependiendo del habitante o habitantes) y se podrían abrir por una puertecita, que cerrada sería invisible.
Algunas estarían vacías y podrían utilizarse, en el caso de que alguien se fuera a vivir otra. También podrían fusionarse formando dobles o triples burbujas o incluso extender conductos transparentes del mismo material que las burbujas para conectarse entre sí, como si fueran túneles o toboganes.
Determinados días en que las condiciones fueran las adecuadas, la gente podría salir de sus burbujas y flotar libremente por el cielo para jugar con las estrellas.
Cada una llevaría el pequeño cosmos de cada uno (tierra, mar, nubes, edificios,... dependiendo del habitante o habitantes) y se podrían abrir por una puertecita, que cerrada sería invisible.
Algunas estarían vacías y podrían utilizarse, en el caso de que alguien se fuera a vivir otra. También podrían fusionarse formando dobles o triples burbujas o incluso extender conductos transparentes del mismo material que las burbujas para conectarse entre sí, como si fueran túneles o toboganes.
Determinados días en que las condiciones fueran las adecuadas, la gente podría salir de sus burbujas y flotar libremente por el cielo para jugar con las estrellas.
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